La policía de Nápoles obliga a regresar a Vulcano, su isla natal, a la prostituta Maddalena. Allí vivirá con su hermana pequeña Maria, pero sufrirá el rechazo y el acoso de sus vecinos, que le niegan incluso la entrada en la iglesia. Donato, un hombre de intenciones no muy claras, es el único que la defiende.