Nacho, un chico tímido y miedoso, es invitado a festejar el cumpleaños de su amigo Pablo en una casa de campo, junto a Jerónimo y Sebastián. Tras un asado y risas, el grupo se sienta bajo las estrellas a fumar marihuana y tener una charla profunda. Todo va bien hasta que, entre bromas, surge la pregunta: “¿Quién moriría primero si apareciera un asesino?”.