Considerada tradicionalmente la primera película de la historia del cine español, se creía filmada por los hermanos Gimeno un año después de la invención del cine; pero en realidad se tuvo que rodar uno más tarde, en 1897, por lo que es probable que ese título recaiga en alguna otra filmación. Esta obra de menos de un minuto de duración muestra lo que su explicativo título desvela: la salida de la gente de una misa celebrada en la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, en Zaragoza.