Víctor, un hombre de sesenta y cinco años, está feliz de vivir con su nieto pero harto de tener que aguantar a su hija y a su yerno desde que se mudaron a su casa. Esta noche vienen los consuegros a cenar e hija y yerno empiezan a disponer todo para que la casa y la vida de Víctor, no parezcan la casa y la vida de Víctor. De hecho, su hija, quiere que se tome unas misteriosas pastillas antes de la cena para que nadie las vea, pero el pastillero no aparece... En esta búsqueda de la medicación, saldrá a la luz otro gran secreto: Víctor no piensa quedarse a cenar porque tiene grandes planes junto a su novio. La búsqueda destapará secretos, vergüenzas, hipocresías y tabúes familiares de las que sólo se libra el nieto de Víctor, que es el único que realmente parece entenderle y con el que comparte risas cómplices mientras comen piruletas a escondidas.
