Robert Paragot, leyenda del alpinismo, fue también un gran Bleausard. Además de sus extensas expediciones alpinas (la cara sur del Aconcagua, el Tour de Mustagh, Jannu), es la viva imagen del modesto urbanita que se dedicó con pasión al alpinismo de alta montaña. Como buen escalador parisino, Robert Paragot comenzó su carrera en el bosque de Fontainebleau. Una auténtica escuela de escalada donde abriría varios bloques. Su hijo, Christophe Paragot, le rindió homenaje, un año después de su muerte, escalando todos los bloques que su padre abrió en Fontainebleau en un mismo día. Nos habla de una época, un espíritu, un lugar emblemático a través de sus recuerdos y algunas anécdotas encantadoras. Lejos de imágenes espectaculares y hazañas deportivas, esta película habla de una pasión, una historia de escalada accesible a todos. En memoria de un gran nombre del montañismo que, desde los modestos bloques del bosque, escaló hasta las cumbres más altas del mundo.
