Yaser y su pareja Rima se van de Siria al Líbano, pero tras recibir la noticia del fallecimiento de su hermano menor en Alepo, terminan en un lugar remoto y vacío de Turquía. En este lugar, el silencio y la monótona vida cotidiana se ven interrumpidos por el estruendo de las llamadas de la familia que aún vive en Alepo. Pasan un año y medio, casi como un sueño y un coma, despertando cada día con el eco de las pesadillas recurrentes.