Las empleadas de la fábrica de procesamiento avícola encuentran alivio a su monótono trabajo charlando sobre bodas y matrimonios. También la jovencísima Zdena (Marta Vancurová) sueña con un velo blanco y un séquito de damas de honor. Al volver a casa del trabajo, se cruza en una carretera abandonada con un hombre peculiar que se ofrece pertinazmente a leerle la mano a cambio de unas coronas para comprar sopa. Su augurio es más bien habitual: riqueza y pobreza, sufrimiento y felicidad. Sin embargo, luego declara que Zdena debe casarse exactamente el 3 de noviembre de ese año, pues de lo contrario será infeliz.