La riqueza ecológica de la cuenca de la Costa Chica de Oaxaca es excepcional: vegetación, fauna y comunidades han florecido históricamente en este espacio. Desde unas décadas se ha visto amenazada por proyectos extractivos. Las comunidades que se benefician de la cuenca han iniciado una lucha coordinada por conservar sus afluentes y regenerar un ecosistema severamente dañado.