Argentina en la última década se ha convertido en país de origen, tránsito y destino de la trata de personas. Están los proxenetas y los funcionarios corruptos del estado que hacen de la trata de personas un excelente negocio. Al otro lado, están las víctimas. Pero atravesando todo este entramado están los clientes, siempre a salvo de cualquier condena. Sobre ellos, los varones, se posa la mirada de Mujer Entera.