En 1898 Guillermo aparece muerto en una de sus fincas. La noticia llega cuando la familia pasa sus días de verano en Capilla del Monte, Córdoba. Por miedo a que su padre sea enterrado lejos de casa, Margarita y Josefina, sus dos hijas mayores, deciden ir en busca del cuerpo. Sin embargo, lo que debía ser un viaje por las sierras como antesala de duelo, se convierte en un singular viaje esotérico en el que deberán superar varios insólitos obstáculos para los que no están preparadas en absoluto.