Las aventuras de Pito Pérez comienza con el regreso de su personaje a Santa Clara del Cobre, donde descubre que su madre ha muerto y sus hermanos se han ido, dejando abandonada su vieja casa. Antes de irse de nuevo, ajado y sucio, Pito sube al campanario de la iglesia y acompañado de una botella de aguardiente de Puruarán, decide relatar a un escritor interpretado por Andrés Soler lo que ha sido su vida en esos años de ausencia. Contada en un tono sencillo, hilada por el relato agridulce de su protagonista y recurriendo apenas a algunos de los episodios de la primera parte de la novela, esta segunda adaptación de La vida inútil de Pito Pérez es el relato de un ahogado que mira la tristeza de lo que fue su vida. Pero pasa que a veces el humor es la mejor manera de abordar las tragedias.