Para todos nosotros, la vida es una película con un final predecible. Con 7 mil millones de clientes futuros en mente, las empresas españolas y portuguesas del sector funerario se reúnen cada año en Ourense para mostrar sus últimos productos y servicios. Hay ataúdes con diamantes y forros de visón, urnas de madera, cruces de Swarovski como regalos y coches de lujo para un público de clase alta. En "La última feria", la fascinación mórbida, el terror y el humor negro se riegan con cava y jamón ibérico.