Ubicada en las orillas del extinto lago Poopó, la comunidad de URU, Puñaca Tinta María, se aferra a sus tradiciones y recuerdos de la relación perdida con el lago. Ahora, enfrentados al desafío del cambio climático y la pérdida de su territorio, se ven obligados a reinventar sus vínculos, tanto internamente como con la cultura aimara, para preservar su identidad, de la cual se enorgullecen profundamente.