La película trata sobre los derechos de los coreano-japoneses -nacidos en Japón pero sin pasaporte ni nacionalidad japonesa- y el rechazo social al que se enfrentan si no se integran del todo, abandonando su identidad coreana. El hilo conductor de la película es la historia de un coreano, que en tiempos de la ocupación japonesa de la península de Corea, es enviado a Japón para luchar junto a los japoneses en Filipinas, pero tras la guerra y por miedo a la discriminación, crea una identidad japonesa para sí mismo y consigue casarse y tener hijos sin que su familia sepa nunca de sus orígenes durante 50 años hasta que es detenido en 1985 por falsificar documentos oficiales y por sospechas de ser un espía de Corea del Norte.
