Los cristianos evangélicos están llamando a una segunda revolución sexual, pero esta vez enfocada a la castidad. Contrarios a las actitudes y prácticas culturales actuales, se cree que hoy en día una de cada ocho mujeres de los Estados Unidos se ha comprometido a permanecer vírgenes hasta el matrimonio. Wilson, considerados los fundadores de la Purity Ball, la ceremonia de pureza entre padres e hijos, han llevado este concepto de integridad de cuerpo y mente un paso más lejos, incluso para el primer beso tendrán que esperar a llegar al altar. Este documental sigue durante dos años a los Wilson mientras algunos de los hijos se preparan para su particular visión sobre el amor y el matrimonio, a la espera de conocer a su princesa o príncipe prometido. En el proceso, surge una reflexión más amplia que advierte cómo la derecha religiosa está preparando a una generación de jóvenes vírgenes para encarnar una utopía evangélica en Estados Unidos.
