July falleció hace poco; la cámara recorre su departamento y se posa sobre una serie de objetos que funcionan como llaves que abren la puerta de su intimidad. Las voces de quienes la amaron nos guían en el recorrido mientras intentan dilatar la despedida. En los recuerdos que evocan, para algunas personas July todavía es Julio, y esos nombres y pronombres que se confunden dejan entrever las dificultades de abrazar la propia identidad como mujer trans. A lo largo del recorrido, la figura de July va cobrando vida de a poco, como en un conjuro, invocada a través de la palabra, pero sobre todo de sus espacios, sus cosas, sus fotos, sus pelucas, su ropa, su música favorita. Y se va entretejiendo una biografía que, como ese espejo que todavía cuelga en su pared, refleja la historia de toda una comunidad.