Debut de Eduard Fernández, Espiga de Oro de Honor de la 63 SEMINCI, en la dirección cinematográfica. El film se adentra en la mente de su protagonista descubriendo sus sombras más oscuras y lo que desea esconder a través de la palabra, situándose cerca del thriller psicológico. Fernández se sitúa a ambos lados de la cámara, se intuye su presencia en el guion como autor y personaje, y duplica presencia también en pantalla, dotando de una honestidad brutal su relato.