Se trata de un redoblaje de José Ernesto Díaz-Noriega, JEDN, pionero del cine amateur y la parodia cinéfaga, que convierte el Nosferatu de Murnau en un esperpento sobre las falsas promesas aperturistas de Arias Navarro (aquí Dráculas Navarro), presidente del último gobierno de Franco (Duque de Franconia).