Mohammed tenía tres años cuando sus padres le mandaron a Inglaterra para que tuviera una vida mejor. De adolescente se vio implicado en un asunto turbio y fue condenado a la cárcel, donde se radicalizó. Fue extraditado a los 19 años y se unió sin dudarlo a Al-Shabab. Pero cuando se da cuenta de que no se trata del movimiento liberal que imaginaba y que es responsable de atentados terroristas, huye de la organización. Tiene 23 años y vive escondido en Mogadiscio, mientras su pareja y su hijo están en Londres. La película describe la lucha de la joven familia para volver a estar juntos.