Entre 1933 y 1945, más de cien músicos europeos, la mayoría de ellos judíos, abandonaron Europa para radicarse en la Argentina, donde reorganizaron exitosamente sus carreras. La musicóloga Silvia Glocer investiga cada detalle de sus vidas para publicar su tesis de doctorado. Concluido ese trabajo, organiza un concierto de homenaje en el que participan hijos y discípulos de los músicos exiliados.