Gustavo se está separando. Después de varias semanas dilatando la mudanza, se ha quedado sin excusas. Ha llegado el momento de armarse de valor y abandonar el nido familiar. Pero cuando Pilar, su esposa, y Sofía, su hija de siete años, llegan a casa, él todavía sigue allí. Ha entrado un gorrión por la ventana y no consigue hacerlo salir. Sofía cree que el pajarito es un regalo de su papá y Pilar, una nueva artimaña de Gustavo para no irse nunca.