Rachel es abogada e hija adoptiva de una gran familia de magistrados dominada por Maxime, un fiscal despiadado. A pesar de este opresivo ambiente familiar, ella no abandonó el mundo de la frivolidad. Se libera abandonándose a extrañas ensoñaciones, entrelazadas con fantasías y pesadillas que la llevan a emanciparse de su entorno. La realidad de un caso golpea su vida: Anna, su cliente, se suicida en prisión. Frente al ataúd de esta mujer, todo vuelve a ella, la sala de visitas, la escena del crimen, la historia de una vida maltratada. De niñas vivían en el mismo pueblo. Una era una niña pobre, la otra una niña rica. Comienza entonces para Rachel un viaje interior, donde se enfrenta a una despiadada lucha de clases, a una difícil emancipación social y sexual.
