Como parte del Año Mozart 2006, 28 cineastas austriacos, entre ellos Ulrich Seidl, recibieron el encargo de crear una película de un minuto de duración con la música de Mozart. Seidl se decidió por el coro de esclavos de Zaide: "Hermanos, seamos felices y desafiemos con valentía la adversidad" suena mientras dos hombres en penumbra se entregan a un placer sin propósito. Se masturban mecánica y monótonamente. Junto a ellos hay toallas de papel preparadas, como esperando el consumo, el clímax. Nietzsche afirmó que todo placer busca ser eterno; Hermanos, seamos felices muestra la resaca que deja esta utopía incumplida
